El mensaje de Yamil Ledesma se centra en el poder de un Dios restaurador, que —en la experiencia del cantante— tomó una vida lastimada y la reedificó para ser usada como aliento a otros corazones entristecidos. Yamil proviene de un contexto familiar que, junto con diversas circunstancias, trabajó para ahogar las posibilidades de una vida normal. Al abandonar sus estudios, Yamil experimentó la rudeza de la vida, y solo luego de un accidente automovilÃstico en el que estuvo a punto de morir, Dios se hizo una realidad, restaurando su alma y su espÃritu heridos.