Libro del Ghusl 5

Categoría: Al Bujari
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Sahih Al Bujari  

 

Libro del Ghusl 5

 


I• Realizar la ablución antes del baño
185. ‘Âisha relató: ‘Cuando el Profeta (B y P) tomaba su baño por la ÿanâba empezaba por la- varse la manos; luego hacía la ablución, como la hacía para la oración. Luego, introducía sus de- dos en el agua y con ellos se frotaba las raíces del cabello. Luego se vertía agua sobre la cabeza tres veces y luego se la vertía sobre todo su cuerpo’.


186. Maymûna , esposa del Profeta (B y P), dijo: ‘El Mensajero de Dios (B y P) se hizo la ablu- ción como para la oración, excepto que no se lavó los pies. Se lavó la eyaculación de sus genitales y otras partes alcanzadas por los fluidos. Luego se echo agua encima. Luego retiró sus pies del lugar del baño y los lavó. Así era su baño de la ÿanâba’.
II• El baño de un hombre junto con su esposa
187. ‘Âisha relató: ‘Yo y el Profeta (B y P) solíamos tomar baño de un solo recipiente llamado faraq’.
III • Bañándose con un solo sâ‘ o algo aproximado (de agua)
188. ‘Âisha relató que fue preguntada sobre el baño del Profeta (B y P). Ella pidió un recipiente que contenía aproximadamente un sâ‘ (de agua). Se bañó y se vertió agua sobre la cabeza. Todo esto mientras había una cortina entre ella y la persona que preguntó.
189. Ÿâbir bin ‘Abdullah relató que un hom- bre le preguntó sobre el baño. Ÿâbir le dijo: ‘Te basta con un sâ‘ (de agua)’. Un hombre dijo: ‘A mi no me basta’. Ÿâbir dijo: ‘Un sâ‘ fue suficiente para quien tenía más cabello que tú y era mejor que tú’ (se refería al Profeta (B y P). Luego se puso su tú- nica y les dirigió en la oración.
IV • Virtiéndose agua tres veces sobre la cabeza
190. Ÿubayr bin Mut‘im relató que el Men- sajero de Dios (B y P) dijo: «Yo, me vierto agua tres veces sobre la cabeza». Y señaló con ambas manos.
V• Quien inicia (el baño) perfumándose con hilab o algún otro perfume
191. ‘Âisha relató: ‘El Profeta (B y P) solía bañarse de la ÿanâba; entonces pedía algo como el hilab (crema suavizante), lo tomaba en la palma de su mano y empezaba (a frotárselo) por la parte derecha de su cabeza, y luego la izquierda y luego se frotaba el centro de la cabeza con ambas ma- nos’.
VI • Repitiendo el acto sexual
192. ‘Âisha relató: ‘Le puse perfume al Men- sajero de Dios (B y P). Luego fue a visitar a todas sus mujeres. En el amanecer, se vistió el ihrâm y aún emitía su cuerpo el aroma del perfume (que yo le puse)’.
193. Anas relató: ‘El Profeta (B y P) solía vi- sitar a todas sus mujeres..., de día o de noche, y ellas eran once’ –en otra ocasión relató: ‘Eran nueve’–...’.
VII • Quien se perfuma y luego toma el baño
194. ‘Âisha dijo: ‘Aún me parece ver el brillo del perfume en el centro del cabello del Profeta (B y P) cuando él estaba en estado de ihrâm’.
VIII • Frotarse profundamente el cabello durante el baño
195. ‘Âisha dijo: «Cuando el Mensajero de Dios (B y P) se bañaba por la Ÿanâba empezaba lavándose ambas manos; luego se hacía la ablu- ción como para la oración. Luego se frotaba la ca- beza con sus dedos entre sus cabellos; hasta que creía que el agua había alcanzado todo su cuero cabelludo. Luego, se echaba agua sobre su cabeza tres veces. Luego se lavaba el resto de su cuerpo.
IX • Si alguien recuerda dentro de la mezquita que está en ÿanâba debe salir (a bañarse) y no hará el tayammum
196. Abû Huraira dijo: ‘Se hizo el llamado para iniciar la oración (al iqâma) y las filas de los orantes se habían ordenado. El mensajero de Dios (B y P) salió a nosotros; sin embargo, cuando es- tuvo en su lugar de oración, recordó que estaba aún en estado de ÿanâba. Nos dijo: «Quedaos en vuestros lugares». Luego fue a bañarse. Después salió a nosotros con su cabeza goteando agua; pronunció el takbîr y rezamos con él’


197. Abû Huraira relató que el Profeta (B y P) dijo. «Las gentes de Israel solían bañarse desnu- dos y juntos, mirándose unos a otros. Sin embar- go, Moisés se bañaba solo. Entonces los israelitas dijeron: ‘¡Por Dios! Lo que impide que Moisés se bañe con nosotros es que tiene una hernia escro- tal’. En una ocasión Moisés fue a bañarse y puso sus ropas sobre una piedra. La piedra huyó con las ropas de Moisés y él salió persiguiéndola, mien- tras gritaba: ‘¡Mi ropa! ¡roca! ¡mi ropa! ¡roca!’ Hasta que los israelitas vieron a Moisés y dijeron: ‘¡Por Dios! Moisés no tiene enfermedad alguna’. Moisés recuperó sus ropas y empezó a golpear a la piedra»’. Abû Huraira agregó: ‘¡Por Dios! Aún hay seis o siete marcas en la piedra por la fuerza de tales golpes’.
198. Abû Huraira relató que el Profeta (B y P) dijo: «Mientras Ayyûb (Job) se bañaba desnudo, unos saltamontes de oro empezaron a caer sobre él. Ayyûb empezó a recolectarlos en su ropa. En- tonces, su Señor le dijo: ¡Ayyûb! ¿No te he dado ya suficiente para que no necesites recolectar- los?» Ayyûb respondió: ‘¡Si! ¡Por tu Glorioso Po- der! ¡Pero no puedo dejar de procurar Tu Bendi- ción!’».
XI • Ponerse a cubierto de la gente durante el baño
199. Umm Hâni bint Abi Tâlib relató: ‘Fui ante el Mensajero de Dios (B y P) el año de la conquista de Makka y le encontré tomando un baño mien- tras Fâtima lo cubría. El Profeta (B y P) preguntó: «¿Quién es?» Respondí: ‘Soy Umm Hâni’.
XII • Sobre el sudor de quien está en ÿanâba y que el creyente no se hace impuro
200. Abû Huraira relató: ‘Me encontré con el Profeta (B y P) en una de las calles de Medina. Yo estaba, en ese momento, en estado de ÿanâba; por ello, me alejé del Profeta (B y P) y corrí a bañarme. Cuando volví, el Profeta (B y P) me dijo: «¡Abû Huraira! ¿Dónde estuviste?» Respondí: ‘Estaba en ÿanâba; así es que me disgustó sentarme contigo mientras estaba impuro’. El Profeta (B y P) dijo: «¡Subhâna Allah! El creyente nunca se pone im- puro» ¡Creyentes! Los asociadores son mera im- pureza. ¡Que no se acerquen, pues, a la Mezquita Sagrada después de éste su año! Si teméis esca- sez, Dios os enriquecerá por favor Suyo, si quie- re. Dios es Omnisciente, Sabio (9:28)’.
XIII • Quien esta en ÿanâba puede dormir si hace la ablución
201. ‘Umar bin Al-Jattâb dijo: ‘Pregunté al Mensajero de Dios (B y P): ‘¿Puede uno de noso- tros dormir estando en ÿanâba? El respondió: «Sí, si se hace la ablución, puede dormir en ÿanâba»’.
XIV • Si hay contacto entre los genitales del hombre y la mujer
202. Abû Huraira relató que el Profeta (B y P) dijo: «Cuando un hombre se sitúa entre los cuatro miembros de la mujer y se da la penetración, el baño se hace obligatorio».